viernes, 30 de noviembre de 2007

Quien no sabe sonreír, no debe hablar de los beneficios de la sonrisa.

Tu sonrisa puede ser el primer paso que lleve al pecador hacia Dios.


Una gran sonrisa es un bello rostro de gigante.


Una risa vale más que cien lamentos en cualquier parte del mundo.



Una sonrisa es descanso para la persona cansada, ánimo para la abatida y consuelo para el corazón dolorido.


Una sonrisa es la semilla que crece en el corazón y florece en los labios.


Una sonrisa es más barata que la luz eléctrica, pero ilumina lo mismo.


Una sonrisa no cuesta nada, pero crea mucho. Enriquece a quien la recibe, sin empobrecer a quien la da.